En Blue Dog somos una asociación sin ánimo de lucro que entrena perros de asistencia para niños y niñas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Nuestra misión es crear vínculos que cambien vidas, ofreciendo a las familias un apoyo real y emocional a través de compañeros caninos entrenados con cariño, rigor y compromiso.
Todo comienza con un objetivo muy concreto: recaudar fondos para adquirir y entrenar perros que cubrirán las necesidades de niños y niñas con autismo. En este momento, nuestros esfuerzos están centrados en conseguir financiación para los primeros 5 cachorros que acompañarán a 5 familias durante todo un proceso de formación y vinculación.
Esta cifra crecerá cada año a medida que la asociación reciba más apoyo y recursos.
Una vez recaudados los fondos necesarios, adquirimos cachorros de razas cuidadosamente seleccionadas por su temperamento y capacidades: Labrador Retriever y Labradoodle (esta última, ideal para niños o familias con alergias).
Durante su primer año de vida, los cachorros viven con familias socializadoras voluntarias, que:
Les ofrecen un entorno seguro y lleno de estímulos.
Les enseñan a desenvolverse en todo tipo de situaciones cotidianas.
Inician un adiestramiento básico y respetuoso.
Estas familias son clave: convierten al cachorro en un perro seguro, equilibrado y listo para seguir aprendiendo.
A partir del año, el perro comienza su adiestramiento específico como perro de asistencia. En esta etapa:
Se asigna a su futuro compañero humano.
Evaluamos en profundidad las necesidades del niño o niña.
Adaptamos el entrenamiento a su realidad concreta (comunicación, seguridad, autorregulación emocional, etc.).
Durante 6 meses, el perro aprende habilidades prácticas que mejoran la calidad de vida y la autonomía del menor.
Cuando el perro se incorpora definitivamente a la familia, el acompañamiento no termina. Seguimos presentes durante toda su carrera como perro de asistencia, hasta su jubilación a los 8 años. Ofrecemos apoyo técnico, emocional y formativo tanto a la familia como al animal.
Un perro de asistencia no es solo un amigo: es una fuente de seguridad, autoestima, estabilidad y conexión con el mundo. En muchos casos:
Previene fugas y crisis.
Facilita la socialización y la inclusión.
Proporciona calma en entornos difíciles.
Refuerza la autonomía del niño.
Cada perro cambia una vida. Y tú puedes ayudarnos a hacerlo posible.
Tu donación nos ayuda a entrenar perros de asistencia para niños y niñas con autismo.
Con tu apoyo, podemos acompañar a más familias en su camino.
📩 Puedes colaborar desde 1 € o con lo que tú elijas.
💛 ¡Cada ayuda cuenta!